Una caravana de propios y extraños arribamos en las minas de sal, ubicadas en las altas montañas del distrito de Maras, provincia de Urubamba, región Cusco-Perú, quedamos asombrados con las mas de 4 mil pozas que resplandecían como nieve en cuadriculas en pleno sol radiante y cuyos lugareños vienen extrayendo desde la época pre-inca.
Desde tiempos remotos se venia trabajando y consumiendo este precioso mineral entre las comunidades cercanas de Maras y Pichingoto , sin embargo no hace muchos años atrás que se viene explotando con mayor fuerza debido que los pobladores se han asociado con la empresa Marasal y son los distribuidores directos: de las minas a las mesas de peruanas y extranjeras.
Las familias de Maras y Pichingoto son propietarios desde la época pre inca y van transfiriendo sus pozas de generación en generación, según me comentaron dos comuneros con quienes conversé en un alto de sus duras faenas. » la siembra y cosecha – el proceso de extracción- lo realizamos nosotros mismos, luego lo embolsamos, etiquetamos y lo distribuimos, la empresa Marasal -nuestro socio- es quien lleva las ganancias y utilidades pero distribuida finalmente entre todos los socios «.
¿De donde nace el agua salada?, en un punto de una de las montañas, apreciamos un ojo por donde brota el agua cristalina y se desliza serena por un pequeño canal que cada propietario aprovecha para llevar a sus pozas, destinándolo hasta por tres días y cuando se haya destilado comiencen a recoger los granos blancos. Este procedimiento solo podrán realizar entre los meses de abril a octubre que dura el verano; excepcionalmente podría ser los primeros días de noviembre siempre que la lluvia no se presente como en esta ocasión.
El procedimiento de la extracción artesanal se realiza en tres niveles de calidad: la primera es la denominada «Sal extra» o «Flor de sal», su costo por kilo esta entre S/.40.00 a 45.00 y por lo general va para exportación. La segunda denominada «sal de primera» y es de consumo masivo, la bolsa de 1 kilo es de S/.20.00. La tercera esta entremezclada con hierbas medicinales y algunos agregados extras, como su nombre bien lo dice es para uso medicinal y desinflamante. Me explica doña Matilde.
Este precioso mineral, natural y rico viene siendo aprovechando por los mejores restaurantes de Cusco y Lima en nuestro país y mas allá de nuestras fronteras por la gastronomía de los Estados Unidos y países de Europa.
Finalmente quiero invitarles a visitar y consumir la SAL DE MARAS, ojala que los gobiernos: central, regional y local le dieran todo el apoyo necesario para que los lugareños con sus utilidades pudieran sobre salir económica y socialmente. Que al retornar los visitantes nacionales y extranjeros pudiéramos ser testigos de una resplandeciente calidad de vida de los habitantes de Maras y Pichangoto.
No pretendo apagar la alegría y emoción que embarga el hecho de conocer y palpar el ORO BLANCO que brilla en Maras y que a su vez, es explotado por los propios comuneros ; sin embargo no puedo ocultar la experiencia ingrata que vivimos los peruanos con el despilfarro de aquellos tiempos del Guano y el Salitre en nuestro litoral, o la explotación del caucho en la amazonia por propios y extraños y al final ese pedazo de terreno -pulmón verde-abandonado a su suerte y sus habitantes en el olvido del propio estado.
Con una mirada mas esperanzadora, deseo lo mejor para los ciudadanos de Maras, Pichangoto, y que ojala, se siga explotando de manera sostenible a nivel local, regional y nacional. Bienvenidos todos los visitantes y retornen a sus lugares adquiriendo este rico, natural y sano producto de las montañas del Valle Sagrado de los Incas.
Cusco, 7 de noviembre del 2017.
cronistaviajera 